¿Quien soy yo?

Hola! Me llamo Salvador

Soy Salvador Lorenzo Fabela García, arquitecto de profesión (y si… titulado y con cédula: 12778112) por la poderosísima Universidad Autónoma del Estado de México, UAEMÉX, aunque para este punto además de eso, me he vuelto arquitecto de mi propio destino, de amplias posibilidades y viajero sin fronteras. Mi ruta ya no se mide en kilómetros, sino en historias, en rostros, y legados paisajísticos, urbano-arquitectónicos y arquitectónicos que se quedan tatuados en la memoria.

Es decir, desde niño llevaba en el pecho un espíritu inquieto que no entendía de rutinas ni de paredes. Primero fueron las largas caminatas, después los viajes de raite, , es por eso que le agradezco mucho a Alejandro Jiménez (alias “el AJ” que es lo mas cercano que tuve a un padre), que me inculcara la cultura de la bicicleta desde los 7 años, aunque en un inicio fuese para ahorrar gasolina, esos pequeños arranques de libertad pese a las múltiples caídas y aprender a moverme al principio entre personas y vehículos en la ciudad, me mostrarían que el mundo se descubre mejor cuando se sale sin certezas y con los sentidos abiertos.

Aj y Yo, en nuestra ultima foto el 2025.

Y tiempo después la arquitectura me enseñó a construir espacios, pero la vida me exigía construir caminos. Durante un tiempo creí que bastaba con dibujar planos y levantar muros, diseñar calles y hacer ciudad, o espacios sostenibles, hasta que en algún punto a partir de mis 25 años, la rutina se convirtió en una estructura solida, fría y rígida, ya no me llenaba tanto como antes. Aunque los proyectos cambiaban y tengo un talento casi natural con ellos y de a poco me hacía un nombre de eso. a los 27 me sentí estancado, atrapado en la repetición diaria, como si la vida se hubiera vuelto un plano mal diseñado sin salida de emergencia.

Ya había hecho mochilazos con mis amigos tanto en mi etapa como Boy Scout, así como estudiante universitario haciendo caminatas, viajes en camión avión y de a raite. Meditando entendí que no solo no podía seguir esperando. Debía romper con lo conocido, abandonar la comodidad y salir de mi zona de confort. Así tras investigar en redes sociales, y conocer a otros cicloviajeros que iban de paso por mi ciudad, a los 28 sin saber muy bien como hacerlo y después de diseñar mi bicicleta porque #arquitecto me lancé a mi primer cicloviaje. 

Mi primer viaje largo en Bicicleta de casi 8 meses, representan mi ida y vuelta de Toluca a Tijuana.

Ahora tras mi primer viaje el 2023 por el norte de México, y mis proyectos recurrentes en Toluca del 2024 a buena parte del 2025. Ahora ando con la certeza de que la libertad no se pide, no se nace siempre con ese “privilegio”, sino que se construye día a día, tomando conciencia de quien eres, que estas haciendo y lo que estas decidiendo. Ahora en cada viaje transformo la resistencia en fuerza, la duda en camino y el silencio en grito creativo. Me han diagnosticado muchas veces con importantes rasgos de autismo (quizá por eso tarde tanto en lanzarme, trato de ser muy metódico en lo que hago), pero eso me regala un modo distinto de mirar: pues veo donde otros no miran, escucho lo que suele perderse entre el ruido.

Con una mezcla de mucho miedo y a la vez muchísimo valor. Me subí a la bicicleta no solo como un medio de transporte, sino como una extensión de mi propio cuerpo y mi propia rebeldía, independencia y libertad. La bicicleta se ha vuelto una herramienta a mi manera de habitar el mundo: ligera, resistente, capaz de transformar el cansancio en horizonte y nuevas realidades. Hoy pedaleo con el mismo fuego que me impulsaba de niño, pero con la conciencia de que cada kilómetro recorrido es también una batalla ganada contra la inercia. Mis proyectos: el diseño, la escritura, las playeras y fotografías que nacen en la ruta no son simples oficios: son la manera de sostener mi travesía y de demostrar que se puede vivir de lo que arde por dentro. 

Árbol de buenos deseos en Todos Santos. B.C.S.

Diseño, escribo, fotografío y elaboro ilustraciones para sostener mi viaje, pero sobre todo para demostrar que se puede vivir de lo que uno ama, aunque la ruta sea cuesta arriba. Mis proyectos no son negocios fríos, son llamas encendidas en medio del viento; son ciclovías soñadas, playeras que cuentan historias, postales, marcos, obras de arte que nacen en la piel del camino.

Aquí no encontrarás un viaje turístico, sino un manifiesto en movimiento. Porque (aunque trato, he tratado) ahora me queda claro que no vine aquí seguir precisamente la corriente, ni a remar en contra ella, sino a seguirla en paralelo, consiente de lo que estoy haciendo y del porque y para que hago lo que hago. 

Ojalá que las entradas, las ventas de este blog y mis post y videos en mis redes (que puedes encontrar en la parte inferior de este artículo) no te alcancen, al contrario… sean la ignición para algo mas grande, mas quimérico, y llenen de mucho mas significado la vida que estas viviendo con las decisiones que tu estas decidiendo.   

Gracias por llegar hasta aquí y espero nos encontremos o volvamos a coincidir en algún punto del camino, puedes apoyarme siguiendome en todas mis redes sociales comprando en mi página o suscribiendote a mi Patreon si quieres ver mas artículos, videos, fotos, historias, etc…

Felices Rutas!  

(:

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